Para que un niño crezca fuerte y sano, tiene que tener una alimentación muy variada y equilibrada, además; de hacer deporte varias veces a la semana.
Mantener una alimentación saludable durante la infancia es uno de los factores más importantes para contribuir a un adecuado crecimiento y desarrollo de los niños. La adopción de hábitos alimenticios saludables en los niños ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad; la desnutrición crónica, el retardo del crecimiento, la anemia, entre otros.
Es esta etapa, de la vida de los niños en la que aprenden los hábitos y las costumbres que predominarán a lo largo de su vida.
Un niño bien alimentado tiene más energía para un mejor desempeño escolar y en la actividad física.
La mejor manera de que un niño obtenga los nutrientes que necesita para alcanzar su potencial de crecimiento y desarrollo es, ofreciéndole una amplia variedad de alimentos que le resulten agradables basándonos en el consumo de una dieta variada que incluya alimentos de todos los grupos (cereales, frutas y verduras; alimentos de origen animal y leguminosas).
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